viernes, 10 de abril de 2020

HOMENAJE A BORGES


Hay tres poetas, en tres riberas
Que me han saciado de arte:
En la del Río de la Plata, el universal Jorge Luis Borges;
En la del Segura, el sufrido Miguel Hernández
Y el genial France Preseren, en la del Sava.

Este es un homenaje al primero de ellos.
El de los otros dos,
Aun está en el alma.




JUSTIFICACIÓN DE UNA AUSENCIA

En la eternal Helvecia
-Patria tan añorada-
Se me ha muerto como del rayo don Jorge Luis
-Pluma tan admirada-
(remedando a Miguel Hernández)

Génesis inevitable de conjeturas y desconcierto:
La muerte.
Puebla el error, empero, cada espacio conjetural.
Y así fue, cada palabra, vanamente pronunciada,
Cada gota de tinta, vanamente derramada.

La ausencia duele y confunde,
El vacío sin retorno desespera y angustia;
Aun así, me pregunto por qué
Tanta impudicia y crueldad
En aras de explicar un destierro…

Y es que no fue el desamor
Ni fue el inviolable destino;
No fue tampoco el consumirse al engendrar,
Todas, aproximaciones y espejismos.
No fue una cobarde huida
Ni un nuevo capítulo de otra porfiada búsqueda.
Menos aún, una mera etapa procesal de la existencia.

Fue, simplemente, aquella inquietante idea
Alumbrada tiempo atrás
E innumerables veces releída y repensada en secreto:
“… ¿Y para qué ser poeta en tiempos de penuria?...” n

n – Hoelderlin en “Brot und Wein”


LAS DOS PROFECÍAS


Ethine, reina de Tracia,
A quien cantara Jorge en inspirado vuelo;
Realeza nueva, sin aristocracia,
Nacida en surco al horadar el suelo.

Mas Luis se empecinó en hacerte prosa
Sin importarle pronunciar tu nombre en vano;
Así nació su conocida glosa
En aquel libro, tan divino cual profano.

Es Borges quien, sacrílego, pronuncia
Tu nombre sin temor ni miramientos.
No se cumplió la maldición que anuncia
El misterioso libro de los cuatro vientos:

Él mora entre nosotros, no se ha ido;
La profecía, pues, no se ha cumplido.


QUERIDO JORGE LUIS


En dos cosas acertaste solamente
Y, aún en ellas,
No fue total tu suerte.

Fue verdad que volverías a Ginebra,
Pero fue antes
De tu pretendida muerte.

No estás en Recoleta,
Tal como predijiste;
Y estás también allí,
Tal cual lo presentiste.
(Nadie puede decir
Que no estará en un lugar
Si no ha pensado antes
En estar).

¿Juego de palabras?
¿Adivinación y suerte?
¡Caprichos de la ruleta
En que giran vida y muerte!


CAPRICHO BORGEANO


Me han dicho, Jorge Luis, que te has marchado
Y es bueno que yo sepa que no es cierto;
Morar en otro mundo con los dioses,
No puede ser lo mismo que estar muerto.

El ostracismo estaba ya en tu mente
Cual rara pero firme vocación,
¿por qué afanarnos, pues, inútilmente
Buscando a tu destierro explicación?

Hoy sabes ya quién fue tu tercer hombre,
Vagando por las ruinas circulares;
Hoy sabes de los números, los nombres,
Las tierras misteriosas y los mares.

Has muerto y sin embargo sigues vivo;
Te fuiste y sin embargo estás aquí...
¿Será que vida y muerte son lo mismo?
¡Curiosa ubicuidad la del morir!


Poema premiado con el 2º Premio en el CONCURSO LITERARIO NACIONAL "DE LA PATAGONIA AL PAIS" (Diario Crónica, 1985). 
Publicado en ESCRITOS DE FINIS TERRAE, 2011, Colección Patagonia Contemporánea, Editorial Jornada, Chubut, Argentina.

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